Me estoy derritiendo en la noche recordando tus besos, pensando en las cerezas que nos incitaron al placer ese día que con sólo haber cruzado tu mirada con la mía encendiste una y mil llamas que recorrieron mi cuerpo.
Era una tarde perfecta para reencontrarnos, nos vimos en el café de siempre, te ví llegar y pensé antes de sentarte me miraste y sentí como una estela de electricidad recorrió mi cuerpo, llegaste a mi mesa y me saludaste, estuvimos platicando horas...A pesar de que habíamos llegado al acuerdo que entre nosotros no habría otra relación que no fuera de amistad no pudimos controlar lo que ambos sentíamos, terminaste por robarme el beso que habías deseado desde antes de sentarte...al momento de besarme te acercaste a mi oído y me dijiste:
- ¿quieres que vayamos a nuestro lugar especial?
Yo, sin dudarlo y atendiendo mas a mi instinto que a mi razón respondí:
-Si, si, llévame contigo
Dejaste el dinero de la cuenta y apresurados nos subimos al carro, empezamos a besarnos, yo, díficilmente me pude controlar y tiernamente me dijiste:
-Espera princesa, preparé algo para ti y se que te encantará
Dicho esto, decidí esperar a llegar a nuestro "lugar especial", estaba ansiosa por estar contigo y volver, después de tanto tiempo a fundirme en tu cuerpo, aunque ahora no sabía con certeza que pasaría...
Subimos a la suite que tanto tiempo fué nuestro refugio, me sentía como la primera vez que decidimos ir a ese lugar...
...Me tapaste los ojos con las manos, había muchos aromas en el ambiente, reconocí el aroma de las cerezas
-Por lo visto recuerdas que con las cerezas me puedes enloquecer
Tú solo te limitaste a poner un hielo en mi espalda que provocó que se me erizara toda la piel y logró tu propósito de que yo, guardara silencio aunque ya tenías pensado hacerlo con tus besos de los que tenía tanta sed, en ese momento me destapaste los ojos y volví a ver esa habitación justo como siempre la había imaginado y con las que tantas noches me acaricié soñando con compartirla contigo...
-¿Te gustó la sorpresa princesa? (me dijiste acercándote a mi cuello)
-Me encantó amor (te respondí, seguido de un húmedo y cálido beso)
Así, besándonos desenfrenadamente nos fuimos hasta la cama, donde me pediste que me acostara boca abajo, escuché como te desvestías y sentí como me despojabas mi cuerpo de su ropa, cayendo tus besos sobre mi y sintiendo tu lengua de fuego quemando mi espalda que se arquea con cada gota de placer que resbala de tus labios...
Me ruedo sobre la cama para poder verte y disfrutar de esa mirada que atraviesa mi ser, tomo una cereza que espera para ser devorada entre tus labios y los míos, mientras nuestras lenguas hacían el amor con la cereza derritiendose en nuestra boca, al terminar ese beso que nos elevó al cielo y nos llevó al infierno en un solo instante...
Había llegado el momento de que los dos volviéramos a ser uno con el placer, la pasión y la atracción que nos embriagó en ese momento, yo mordía mis labios tú me mirabas con una lujuria que nunca había visto en tu mirada y me dijste al momento de entrar en mi:
-Te extrañé tanto princesa, tantas noches soñé con volverte a sentirte mía
Mis manos apretaban las sabanas y mis gemidos ahogaban el silencio que reinaba en la habitación, mi cuerpo sabía que hace mucho tiempo no sentía el placer que estaba experimentando en ese momento, todo mi ser se estremecía al mismo ritmo que tu existir...
...Al llegar a ese éxtasis los dos juntos, me diste un beso en la frente y me tomaste entre tus brazos y así con nuestros cuerpos entrelazados y extasiados y llenos el uno del otro, nos quedamos dormidos. No supe si fue entre sueños o en realidad me lo dijiste pero esto fue lo que escuché:
-Te amo princesa
No hice caso y no desperté, quería seguir sintiendo tus brazos, el calor de tu aliento cerca de mi. Al despertarme me encontré sola en esa enorme cama con una nota a mi lado que decía:
"Fué un sueño maravilloso, gracias princesa y recuerda que te amo. Adiós"