Las velas estaban listas. Todo sobre la mesa para una noche perfecta, el fuego ardía como cuando nuestras miradas se cruzan...
Habìa preparado todo para que esta tan anhelada y mencionada "primera vez" y quería que fuera contigo, no me la imaginaba con nadie más que no fuera contigo... Estaba absorta en mis pensamientos cuando el timbre logra sacarme de mis pensamientos..
- Buenas noches Mariadne ¿Como estás? Dijiste despues de darme un beso dulce en la mejilla y entregarme una rosa roja que parecía haber sido hecha con sangre...
-Muy bien, gracias y que bueno que llegaste.. Regalándote una sonrisa coqueta, con brillo en los ojos que... al cruzarse con los tuyos, fue como si una vela se encendiera...
La atmósfera que nos rodeaba era algo mágico, sugería una noche llena de pasión, de entrega total hasta el amanecer..Tú..mas formal de lo habitual dejando tu facha de lado, tal vez por que sabìas que esa noche era especial para mi... y yo.. con un vestido negro entallado a mi cuerpo, un escote pronunciado en la espalda y los labios rojos, todo combinado con unos delicados tacones negros...
Después de cenar, mientras el aroma del incienso mezclado con el de nuestros cuerpos se hizo màs presente aún, te levantaste y pusiste "nuestra canción"... a decir verdad estaba algo nerviosa...
-¿Por qué tiemblas preciosa? Me preguntaste mientras me abrazabas y me tomabas de la mano para bailar conmigo
- No tiemblo, es solo que.. Respondì agachando la cabeza y refugiándome en tus brazos...
-No tengas miedo mi niña..ven, baila conmigo..Levantaste mi cara tomándome tiernamente la barbilla...
Bailamos y bailamos ... hasta que... lentamente fuí sintiendo tu respiración cada vez mas cerca... cuando menos pensé me estabas besando como jamás nadie me había besado, sintiendo la humedad de tu boca... sintiendo como tu lengua hacía el amor junto con la mía incitandonos a hacer lo mismo..Bajabas con tus besos por mi cuello, hasta llegar a los tirantes de mi vestido poco a poco cayeron, dejando al descubierto los montes de mi cuerpo que exploraste asombrado, primero con tus dedos...posteriormente con tus labios y concluir con tu lengua... mi piel se empezó a erizar, cerré los ojos y solamente me dejé llevar...
De un momento a otro, quedamos desnudos los dos... fue hermoso sentir tu cuerpo desnudo junto al mío, bailando, sintiendo tu calor y esa "lluvia de besos" que cayó primero sobre mis hombros hasta llegar a la punta de mis pies, tus manos paseaban por mi espalda, tu boca regresó a mis labios.. pero esta vez los besos fueron mucho mas intensos, las caricias con mas fuerza...
En ese momento sucedió lo que los dos habíamos estado esperando...te susurré al oído con la voz entrecortada ...
Me tomaste entre tus brazos y aunque los dos estabamos desnudos ya, yo aùn conservaba mis zapatos y una delicada y pequeña prenda de encaje negro.. que después de un rato arrancaste con tus dientes...
Entramos al cuarto me acostaste en la cama...pero inesperadamente tomé tu cuello.. te jalè hacia mi cuerpo y desenfrenadamente te besé... despertaste a la mujer que dormía dentro de de mi, esa noche quería ser todo para ti como tu lo fuiste esa noche para mí...
-No tengas prisa mi amor...Me dijiste mientras te separaste de mi boca
Empezaste a recorrer con tus labios y la humedad de tu boca todo mi cuerpo...mis manos apretababan las sábanas, dejándome llevar por tu aliento sobre mi piel..no existió monte sobre mi cuerpo que no haya sido conquistado por tus besos, por tus caricias...mientras tu lengua se deshacía de placer en mi boca, yo me estremecía de placer sintiendo tus dedos entre mis labios...pero después de esto..tu boca cambió el lugar de tus dedos... y así con tu boca bebiendo de mi...sentía que entre más calmabas tu sed, mas pronto terminarías enloqueciéndome...y mi cuerpo quedaría listo para recibirte y entre los dos hacerle el amor a los sueños fundiendonos en un solo ser...
Te incorporaste, dulcemente te perdiste en mis ojos y senti que ese sería el momento por el que ese día valdría la pena haber sido vivido...estábamos tu, la oscuridad, la pasión de esa noche y yo, y en ese momento todo se volvería una comunión...te recostaste sobre mi cuerpo tus manos se entrelazaron a las mías...me besaste tiernamente la frente... poco a poco mi ser, mi alma y mi cuerpo fueron recibiéndote...el vaivén empezó lento... pero terminó en movimientos cada vez mas intensos y mas rápidos, que provocaban que sonidos cargados de placer salieran de nuestros labios...me fuiste llevando al cielo...y logramos llegar juntos...te desplomaste sobre mi.. y robé tu ultimo suspiro con un beso...un beso que no esperabas...mordí tu labio.. y asi... la niña que esa noche despertó...selló esa entrega con el dulce sabor de tu sangre...
